La importancia del arbitraje

La importancia del arbitraje Lunes 30 de Enero del 2012 Edgardo Codesal - drcodesal@hotmail.com Todas sus editoriales - Mas columnistas Share Aquí y en todas partes del mundo, el arbitraje es una de las partes más sensibles del futbol, eso no tiene lugar a dudas, pero a veces la Comisión de Árbitros se empeña en que sean todavía más criticados, no sólo por los medios sino también por los técnicos los jugadores y los directivos. Resultó ser que esta semana, después de varias en que las cosas no han salido bien para ellos, últimamente con errores muy importantes como el penal a favor del América contra Toluca sancionado por Erim Ramírez o el gol en contra de Querétaro cuando Salcido lo metió al campo luego de que el balón hubiera abandonado notoriamente el terreno de juego por la línea de meta sin que Fernando Guerrero se percatara de ello, y de otros múltiples errores que se vienen presentando cada semana, la Comisión suspende a los mejores árbitros de México por diferentes situaciones y tienen entonces que levantarles el castigo a éstos porque en realidad tienen una enorme escases para juntar nueve que pudieran dirigir la Jornada 4 del torneo. Y entonces se volvieron a cometer nuevos y notorios yerros como el del mismo Fernando Guerrero en Atlante-Cruz Azul cuando en el minuto 86, Villa logra el empate a dos tantos con evidente mano que sólo el árbitro no vio o creyó ver que la metió con el muslo de acuerdo al gesto que hizo cuando todo el Atlante se le fue encima en evidente protesta la incidencia. Y es que Guerrero, de acuerdo con la falla cometida en la Jornada 2, no debió aparecer tan rápido en la Jornada 4. Cuando se cometen desaciertos tan importantes con el que mencionamos y es tan evidente frente a los ojos de todo el mundo futbolístico, el árbitro necesita tiempo para analizar, madurar y superar psicológicamente dicha circunstancia. Pero como tienen suspendidos a Marco Rodríguez cinco fechas por su doble tarjeta amarilla simultánea de la final, a Francisco Chacón y Roberto García Orozco por exceso de peso (1 kg.) en un caso, y de grasa corporal en el otro, y además a Paul Delgadillo por no pasar las pruebas físicas, más otros tantos por diversas otras razones técnicas, se han quedado sin árbitros y hay que habilitarlos antes de que suceda ese proceso natural que mencionamos más arriba. Total que la propia Comisión se hace el “harakiri” y los vuelve a programar con las consecuencias ya vistas y citadas. ¿Qué no es más importante que aparezcan los mejores en cada jornada? Yo entiendo que haya normas que cumplir pero si un árbitro pasa sus pruebas físicas y tiene uno o dos kilos de más, póngalo a dieta y ya, pero no lo sancionen o persigan de esa manera. Si el exceso fuera tal que le impidiera pasar la pruebas físicas o estuviera arbitrando mal por consecuencia de ello estamos de acuerdo, pero en los casos arriba mencionados nada de ello ocurrió, entonces vuelvo a la pregunta… ¿Porqué sancionarlos? Parece que hay una especie de placer morboso en el que hay que demostrar el poder que se tiene por estar en la Comisión… Pobres!!! Digo pobres árbitros y pobres comisionados que se empeñan en hacerle el “harakiri” con tal de demostrarles quien manda y de ponerse en un plan superior al grupo. Parece que se les ha olvidado cuando ellos fueron árbitros. Es obvio que lo digo por la Comisión Técnica, puesto que Aarón y Mancilla nunca lo fueron, y no saben lo que sus muchachos sienten o como viven semejantes decisiones. En fin, me parece que lejos están los tiempos en que lo más importante era el grupo y ayudarlos a resolver y a superar los problemas, pero lo más curioso es que según ellos están mejor que nunca y no necesitan de nadie que los ayude. ¿Y los equipos?, ¿no importa que salgan perjudicados?, ¿y los aficionados, jugadores, técnicos y directivos de esos equipos?, ¿será que a nadie le importe ya lo que está pasando? Ojalá que alguien pueda contestar estas interrogantes. Nota: Las columnas que se presentan en la sección Editorial de mediotiempo.com, son responsabilidad única de sus autores y no reflejan necesariamente la opinión periodística de Medio Tiempo.