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jueves, 3 de noviembre de 2011

Joel Aguilar/ No me creo el mejor árbitro de CONCACAF”


Joel Aguilar/ No me creo el mejor árbitro de CONCACAF”
"Los árbitros, como los técnicos o los jugadores, también tenemos tardes malas. Lo que sucede es que es más fácil echarle la culpa a los árbitros. Nadie ve los errores que ellos cometen.”

Tomado de: http://www.laprensagrafica.com

accion@laprensagrafica.com.sv
El arbitraje salvadoreño sigue ganándose un lugar en el plano internacional. Ahora con la designación de Joel Aguilar Chicas, William Torres y Juan Francisco Zumba para representar a CONCACAF en el mundial de clubes de la FIFA del próximo diciembre. Pese al nombramiento y a los notorios avances de la profesión en el país, Joel admite que no se siente, ni por cerca, el mejor silbante de la región.

¿Cómo recibe la noticia de su invitación para pitar en el mundial de clubes?

Es un evento en el que todos los árbitros FIFA deseamos estar. Las autoridades de afuera tomaron a bien que la tripleta salvadoreña representara al área de CONCACAF. Obviamente nosotros contentos, agradecidos con Dios, por esta linda oportunidad.

¿Qué aspiraciones o posibilidades tendría de pitar algún partido?

Por lo que he escuchado de otros compañeros que han participado en esta clase de eventos, es un juego administrativo y uno dirigido. Realmente no sé en qué fase podría ser, pero el objetivo es ir y participar en cualquier área: administrativo o desde el centro del campo.

Tengo entendido que debe hacerse pruebas físicas...

La primera fase es de pruebas físicas, las tenemos que mandar antes del 11 de noviembre. De igual forma, antes de esa fecha hay que mandar un chequeo médico. La próxima prueba es ya estando allá, también física.

¿Estas pruebas físicas son como las del mundial de Sudáfrica, donde si fallaba uno toda la terna queda fuera?

Es posible. Se me mencionaba que tienen que haber tres asistentes para que si uno falla tener el de reserva. No tengo bien definido aún quién sería el tercer asistente, aún lo estoy viendo porque además de pasar todos esos requisitos también se necesita tener mucha experiencia en cuanto a eventos internacionales. Sé que mis compañeros acá en el país la tienen, pero hay que llenar muchos otros requisitos en la parte técnica, física y de confianza.

¿Maneja el nombre de algún salvadoreño?

Es lo ideal para mí. Cuando se me mencionó pensé, obviamente, que la cuarteta fuera de El Salvador. Tuve la oportunidad de trabajar una vez con un hondureño y un panameño y se hizo bien, pero no es como trabajar con lo de casa y que sumemos todos.

¿El haber sido elegido para representar a la CONCACAF lo hace considerarse el mejor árbitro de la región?

No. Eso simplemente me estimula para seguir teniendo sed, hambre, que Dios siempre me tenga con los pies en la tierra, con mucha tranquilidad, con ganas de llegar a ser el número uno, pero no creerme que lo soy.

¿Considera que ya tiene un nombre de peso, tomando en cuenta que Carlos Batres (dirigente arbitral de FIFA) dice que usted no ha dirigido aún en eliminatorias porque no se ha disputado un partido para su categoría?

La verdad es que, gracias a Dios, las autoridades a nivel de CONCACAF, UNCAF y FIFA tienen confianza en nuestro trabajo. Gracias a Dios, en las participaciones que he tenido –tres juegos amistosos en los dos últimos meses, los juegos de “Concachampions” y los torneos internacionales– me ha ido bien y eso me ha permitido que podamos sumar como gremio arbitral de El Salvador y abrir puertas también para otros compañeros.

¿Cómo evalúa usted esa evolución del arbitraje salvadoreño?

Este es un trabajo de años, procesos, las clasificaciones a los mundiales de Corea-Japón, Alemania, Sudáfrica. El buen desenvolvimiento que en los últimos dos, tres años ha permitido que estemos motivados, que todos queramos estar en los torneos, siempre de una forma leal, sana. Este año ha sido espectacular para el arbitraje salvadoreño: Élmer Bonilla en el mundial sub 17, Marlon Mejía dirigió la final de los Panamericanos y estuvo también en Copa de Oro; y mi persona, que he estado en Copa de Naciones, final de Copa de Oro, final de “Concachampions”. Eso habla bien de todo lo que se hace en el arbitraje salvadoreño, acompañado de quienes están detrás de nosotros, autoridades e instructores, y también del jefe de los jefes que dejó esta semilla: Carlos Ortiz Cardoza, que sé que ha de estar contento porque él siempre nos insistió en dar lo mejor y disfrutar.

Pese al buen momento internacional del arbitraje salvadoreño, a escala nacional siempre hay críticas. Inclusive, la Comisión reconoció esta semana errores puntuales de los árbitros…

Sí, lastimosamente esto ha pasado, está pasando y va a seguir pasando. No es nuevo. Nadie quiere fallar. Los árbitros, como los técnicos o los jugadores, también tenemos tardes malas. Lo que sucede es que es más fácil echarle la culpa a los árbitros. Aunque nosotros hayamos fallado, pero nadie ve los errores que ellos también cometen. Sin embargo, nosotros siempre estamos con la disposición de poder mejorar.

¿Es comparable dirigir la final de la Copa de Oro con la posibilidad de dirigir un partido del mundial de clubes?

Quizá no sea igual, pero sabemos que estamos hablando de campeones y eso indica que tienen un mejor nivel, sin menospreciar lo que pasó tampoco en la Copa de Oro, porque fue una final en la que estuvieron las dos mejores selecciones del área.

Al final, ¿cómo quedó el tema de la decisión de la Comisión de Arbitraje de que su tripleta continúe trabajando separada?

Ellos tienen su forma de trabajar. De una u otra forma están los resultados. En esa parte no me gusta meterme, porque uno tiene que aprender también a seguir las directrices que le dan.

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