TIEMPO DE LECTURA: 1' 28'' NO. DE PALABRAS: 201
Diego Lara. Árbitro de fútbol.
Ser árbitro es una profesión complicada e incomprendida. Al impartir la disciplina dentro del campo de juego , los colegiados tratamos de fomentar en la tolerancia y el respeto entre los jugadores.
Llevo el arbitraje en la sangre. Mi padre inculcó dentro de mi hermano y yo este oficio. Nosotros sabíamos los riesgos y las dificultades para hacerlo, pero seguimos adelante, con la convicción de proyectar día a día al fútbol ecuatoriano.
El arbitraje implica coraje y valentía, porque dentro de la cancha somos la autoridad que hace respetar las reglas del juego. No lo hacemos con la intención de perjudicar el espectáculo, como muchas veces se nos acusa, sino con el objetivo de hacer que la gente disfrute de un cotejo sin violencia y respetuoso del reglamento.
En varias ocasiones los aficionados nos culpan sin razón de la derrota de su equipo, cuando desconocen los fundamentos. Yo siempre digo que hay que conocer las reglas antes de juzgar a las personas.
El ser juez central de un partido de fútbol implica velar por un juego limpio y un espectáculo agradable para los hinchas.