Árbitros pasan por su mala hora y están en el ojo de la tormenta

El árbitro, Marcelo Ortubé.

Los árbitros de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano pasan por su "mala hora" y están en el ojo de la tormenta y no hay antecedentes de tantas críticas en un solo torneo.

Entrenadores, jugadores de fútbol, dirigentes y periodismo deportivo en general, han puesto de manifiesto el "bajo nivel del arbitraje boliviano" que repercute en cada una de las jornadas.

Posiciones adelantadas mal cobradas; otras no cobradas; penales mal cobrados; penales increíblemente no cobrados, marcan el rumbo de una actividad que está siendo presionada al extremo en Bolivia.

Dirigentes de la Liga manifestaron que se "vería la posibilidad de contratar jueces del exterior" para garantizar el desarrollo de los encuentros.

No hace más de 24 horas que se desdijeron dando un "apoyo incondicional" a los árbitros nacionales.

También se estudia la posibilidad de que sean cinco los encargados de cumplir con la tarea arbitral, sugerencia que ha sido bien recibida por los jueces y con mirada de recelo por los dirigentes, que no quieren erogar más de lo necesario.

Frases como "el árbitro nos metió en nuestra área"; "Nos condicionó con las tarjetas amarillas"; "es localista" se escuchan en cada una de las jornadas de parte de los equipos perdedores.

Nunca como este año se han escuchado tantas críticas hacia la tarea arbitral en los campeonatos de la Liga, mientras los colegios de árbitros de todo el país han ratificado su confianza en sus afiliados y han asegurado "que no permitirán que se traigan jueces del exterior", declaración encabeza por los responsables del comité respectivo, que no ven con buenos ojos la llegada de árbitros de los países vecinos.

"Cuando restan cinco fechas para concluir el primer certamen del año, los árbitros tienen una complicada labor y todo lo que se haga para mejorar sus actuaciones será bienvenido", dijeron dirigentes del fútbol boliviano.

Las críticas han sido parte de los torneos de la Liga, empero, en el certamen denominado "Adecuación", se ha llegado al extremo de no considerar ningún arbitraje como bueno, "ciertamente un exceso", han asegurado varios de los involucrados, que por otra parte, están prohibidos de hablar puntualmente sobre situaciones técnicas.