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miércoles, 14 de septiembre de 2011

El silbatazo final un libro donde cuenta sus anécdotas como árbitro profesional



Fuente: Televisa Deportes

Eduardo Brizio escribió 'El silbatazo final', un libro donde cuenta sus anécdotas como árbitro profesional

CIUDAD DE MÉXICO, México, Sep. 14, 2011.- Desde hace algunas semanas, circula en librerías de la ciudad de México El silbatazo final... Los árbitros también juegan, un anecdotario escrito por el ex silbante profesional Eduardo Brizio Carter.

Con prólogo de Juan Villoro y una extensión de 198 páginas, El silbatazo final contiene las mejores anécdotas de Brizio, hoy comentarista de Televisa Deportes, a lo largo de su trayectoria en el balompié profesional.

"Brizio Carter no pertenece al grupo de quienes buscan destacar a toda costa. Nunca se caracterizó por sacar tarjetas como si fueran de crédito ni se dejó llevar por sus caprichos", dice Villoro en el prólogo de este libro que el también médico veterinario escribió con mucha pasión y respeto, como él mismo lo dice.

"El nombre completo del libro es El silbatazo final... Los árbitros también juegan y se trata de eso precisamente, de contarle a la gente que los silbantes también juegan, que no somos ese ser descarnado que cada fin de semana acuchilla al equipo de nuestros amores, sino que se trata de un ser humano que tiene ilusiones, fantasías, hijos, otro trabajo independiente del futbol, que vive una serie de aventuras que pueden resultar muy amenas como lo comento en el libro.

"Algunas pueden resultar hasta conmovedoras y de eso trata el libro, de contar situaciones, historias que viví a lo largo de mi carrera en el futbol. Algunas de ellas tienden a ser reveladoras de cómo se maneja el futbol o cuestiones que ocurren dentro de la cancha y no deja de tener unos datos culturales que lo hacen una obra muy interesante".

- ¿A usted siempre le llamó la atención escribir? Le pregunto porque he visto su columna en El Universal...

"Como soy médico veterinario tomé cursos de redacción de textos científicos y doy conferencias de veterinaria, hago memorias de las pláticas que doy y eso lo he hecho toda mi carrera. Cuando me retiré del futbol me invitóEl Universal a escribir una 'calumnia', como le llamo yo, tres veces por semana, y ahí me aficioné mucho. Me di cuenta que tenía facilidad y fui apoyado por los editores del diario, después surgió la idea de plasmar todas esas anécdotas que hemos platicado muchas veces al calor de una taza de café o en la sobremesa con amigos y dijimos: 'Es una buena idea plasmarlas en papel y dárselas a conocer a la gente'.

- Su padre, don Arturo Brizo Ponce de León, también publicó un libro...

"Mi papá publicó un libro de reglas (Cómo aprender las reglas del juego, edición propia, 2005). De hecho, árbitros como Arturo Yamasaki, Antonio R. Marquez, mi papá, Diego De Leo, han publicado libros de reglas, pero un libro de anécdotas, al menos aquí en México, es muy raro. El único antecedente es el de Jacobo Vela hace muchos años, que publicó un libro que se llamaba Un nazareno llamado Jacobo (edición propia, 1973).

- Si hay libros de jugadores, de técnicos y hasta directivos, ¿por qué los árbitros no escriben libros? 

"Es una cuestión multifactorial. En primer lugar hay que tener la dedicación y las ganas de hacerlo. En segundo, hay muchas limitantes para publicar un libro, es muy difícil y después es aún más complicado comercializarlo. Otra cuestión podría ser la cultural, algunos integrantes del gremio a lo mejor no tienen la capacidad de hacerlo y finalmente el tiempo. Hay personas con la capacidad, con la cultura y la intención necesarias para hacerlo, pero no se pueden dar el tiempo por las diferentes actividades que desempeñan".

- ¿No hay también algo de miedo de parte de ustedes a que la gente no los compre por prejuicios, por el papel que desempeñan en el juego?

"Puede ser, nunca me había hecho esa pregunta, pero indudablemente que también existe un prejuicio por ahí o quizá algunas de las historias y de las anécdotas, o son muy fuertes o involucran a gente que puede llegarse a sentir ofendida en su integridad al publicar una situación que ocurrió en el terreno de juego. En ese caso el libro trata de ser muy blanco, de no ofender a nadie, de contar las anécdotas más bonitas que se vivieron en el arbitraje y las feas, que también las hubo, dejarlas en el cesto de la basura".

En marzo de 1997, en un partido Pumas vs. Veracruz, Brizio utilizó un micrófono durante el encuentro, situación que le costó una sanción de seis meses y el retiro de su gafete internacional, historia que narra ampliamente en El silbatazo final.

"Sí, por supuesto viene muy detallado, es uno de los capítulos más importantes del libro en el que se platica exactamente cómo sucedió, los antecedentes, los hechos lo más concreto posible y todas las consecuencias que ésto me acarreó".

- ¿Cómo ha recibido la gente este libro, los árbitros, el aficionado común y corriente, la gente de futbol, qué le han dicho?

"Hasta el momento no he recibido una opinión negativa, todos los que me han hablado o me han mandado un correo para comentarme que han leído el libro me han dicho que se les hizo muy ameno, muy divertido, que les sorprendieron algunas situaciones que ocurren dentro del futbol, que en unas partes se les hizo muy conmovedor, algunos hasta han dicho que lloraron en algunos de los capítulos.

"Desde luego que habrá críticas, por el momento no he recibido retroalimentación negativa sobre el libro. Me hizo el favor de escribir el prólogo Juan Villoro, que es un intelectual aficionado al futbol que engalanó con sus letras El silbatazo final, con el simple hecho de leer el prólogo vale la pena comprar el libro", concluye Brizio.
Este libro lo puedes encontrar en Futbología, la librería especializada en futbol líder en México

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