La vista engaña

Escrito por Jose Borda

Miércoles, 06 de Julio de 2011 14:01

Recientemente a un árbitro asistente internacional en un partido de la Copa del Mundo Su 17 de México le sucedió un singular fenómeno, el balón estuvo sobre la línea, hizo un movimiento extraño, rebotó en la misma y salió del terreno de juego unos 15 centímetros, todo esto cerca de su humanidad, sin embargo, este no se percató de dicha acción y autorizó la continuación del juego; en este caso se comprueba que no fue un simple descuido, sino que fue vulnerable a una ilusión óptica engañosa. En todos los torneos No sólo en este partido sino en otros de campeonatos diferentes, esta situación se presenta y la mayoría de jugadores, aficionados, medios de comunicación y especialistas en la materia, le atribuyen el error en general a la desconcentración del árbitro, aspecto en el que podrían tener razón; no obstante, un estudio abre nuevos caminos hacia la existencia de otro factor que hasta el momento no había sido tenido en cuenta. Por qué se produce De acuerdo al estudio realizado, el error se produce porque la percepción de nuestro cerebro se retrasa unos milisegundos con respecto a la realidad; mientras está procesando la imagen de un objeto que se mueve recibida por los ojos, este último continúa en movimiento. Para compensar tal efecto, el cerebro hace sus estimaciones sobre dónde debe ir luego el objeto, basándose en su velocidad y en la dirección de su trayectoria; la mayoría de las veces esas suposiciones dan buenos resultados y es por esto que una infinidad de veces los árbitros aciertan. También fallan Los árbitros en general cuando actúan solos también son presas de este fenómeno y los asistentes incurren en el error cuando el balón se está moviendo muy rápido y experimenta cambios súbitos de dirección; las suposiciones que ellos hacen dentro de su cerebro pueden conducirlos a que hagan valoraciones equivocadas, porque el balón ya ha continuado con el movimiento y el juzgador aún creyendo que encuentra dentro del terreno de juego no se percata de que este ha salido. Las estadísticas lo demuestran Las pruebas de este estudio que fueron realizadas inicialmente en el tenis, posteriormente fueron llevadas a otros deportes como el fútbol, en todos los casos se grabó cuando el balón o la pelota descendió cerca o sobre la línea. John Whitney el encargado de realizar el estudio, esperaba que los árbitros vieran el rebote de los balones en la dirección de su movimiento original, lo que haría que se percataran de más esféricos aterrizando fuera de la línea; la hipótesis resultó ser cierta, ya que el 84 por ciento de los 83 juicios incorrectos observados se debió a errores en los que la bola fue declarada "fuera del terreno" cuando realmente estaba dentro.