El juez paraguayo ya se encuentra junto a Nicolás Yegros en Córdoba para las pruebas correspondientes.
Por Ireneo Acosta Romero
“Hoy me siento mejor físicamente, realicé todos los partidos del torneo local de la mejor forma, en los compromisos internacionales de Copas y amistosos traté siempre de hacer un buen trabajo”.
“El no haber asistido al Mundial de Sudáfrica quedó en el olvido”.
Carlos Arecio Amarilla Demarqui es un árbitro de fútbol profesional paraguayo que tendrá su tercera Copa América, el torneo más importante a nivel de selecciones del continente.
Entre sus logros más importantes se encuentra el haber pitado de manera consecutiva dos finales de la Copa América, en 2004 y 2007, ambas con victorias brasileñas sobre Argentina.
También ha tenido a su cargo la dirección de varias finales de copas internacionales de clubes. En el 2006 impartió justicia en la final de ida de la Recopa Sudamericana, en el 2005 la final de vuelta de la Copa Sudamericana, y en el 2008 la final de ida del mismo torneo. Además de desempeñarse como árbitro de fútbol, también es ingeniero eléctrico.
En febrero del 2010, Amarilla fue designado por la FIFA para integrar el plantel de árbitros que dirigirá en la Copa Mundial del mismo año, que se llevó a cabo en Sudáfrica. No obstante, tres meses más tarde fue descartado debido a que su asistente Emigdio Ruiz Roa, integrante del trío arbitral paraguayo, no superó las pruebas físicas de la FIFA. Como labores importantes, en el 2011 pitó la ida de la semifinal de la Copa Libertadores entre Vélez Sarsfield y Peñarol. Lo hizo también en la ida de la final del mismo torneo entre Peñarol y Santos este mismo año.
-¿Es un desafío ser llamado para participar de esta competencia?
-Siempre es un gran desafío estar nominado para un torneo tan importante como es la Copa América de selecciones de nuestro continente. Será la tercera participación mía en este tipo de eventos, donde las responsabilidades van en aumento. Estoy listo para soportar este y todos los desafíos que se me presenten.
-Entrar en reemplazo de un compañero como Carlos Torres, ¿qué significa?
-Desde todo punto de vista lamento lo que le pasó a mi tocayo, pero justamente es para estos caso que la comisión de árbitros de la Conmebol nomina un titular y un suplente para cada país. Además, tras la confianza depositada en mi persona para dirigir la primera final de la Libertadores este año entre Peñarol y Santos en Montevideo, me llenó de satisfacción, porque me encuentro en un nivel muy bueno y espero poder cumplir en las pruebas, con todos los requerimientos de los instructores.
-¿Es el mejor momento referil de Carlos Amarilla?
-Considero que sí, aunque hace un año también estuve de la mejor forma para llegar al Mundial de Sudáfrica. Hoy me siento mejor físicamente, realicé todos los partidos del torneo local a los que fui asignado de la mejor forma, en los compromisos internacionales de Copas y amistosos traté siempre de hacer un buen trabajo. Anímicamente estoy bien y sobre todo, consciente de la gran responsabilidad que nos espera junto a Nicolás Yegros, quien es el asistente seleccionado para este torneo.
-¿En qué se insistirá en este torneo?
-Esperamos que en la aplicación segura de todas las reglas del fútbol por parte de todos y en general siempre nosotros aguardamos que los protagonistas sean los jugadores, porque para eso también se preparan. Ya previa a la competencia recibiremos todas las recomendaciones requeridas para este efecto.
-¿Es una revancha personal por el hecho de que te quedaste sin Mundial?
-No es una revancha personal, porque la vida es así. Nuestra profesión de árbitro no escapa a esa regla, también somos seres humanos. El no haber asistido al Mundial de Sudáfrica quedó en el olvido, después han pasado cosas interesantes en mi carrera profesional, pero lo recuerdo como una anécdota más que la escribo en mi currículum.
Carlos Amarilla y Nicolás Yegros ya se encuentran en Córdoba, donde asisten a un curso destinado a los jueces de la Copa e invitados. Los acompañó Antonio Arias, quien es suplente en caso de alguna última sorpresa.
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