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lunes, 20 de junio de 2011

Los árbitros no tenemos madre

Luchar para vivir parece ser el lema del árbitro y exjugador de fútbol de la selección Norte de Santander León Armando Marciales Romero, más conocido como ‘Kiko’, quien ha hecho de su vida un ejemplo de sobriedad y decencia, valores que antes se inculcaban y que ahora están en vía de extinción.

‘Kiko’ -como lo puso su abuela Ernestina, por unos muñecos que salían hace unos  años, 60 por lo menos- es una institución del arbitraje, actividad a la  que se dedicó, por accidente, una vez concluyó su etapa como futbolista activo.

“El jugador de fútbol debe sentir que hay una autoridad en el campo de juego” dice el exárbitro Oscar Julián Ruiz y a Marciales Romero nunca le ha faltado pantalones para impartir justicia sin importar quienes son los rivales, el escenario y la tribuna.

‘Kiko’ como lo conoce también la familia del fútbol, nació en Cúcuta el 3 de julio de 1939.

Su fama de bravo nació desde su época de futbolista porque no se amilanaba con nadie.

“Desde niño siempre salía jugar mi partido y si había que ‘chocar’ con alguien nunca me amilané con nadie, de ahí la fama que agarré” dijo.

Jugó con la selección Norte de 1962, en Medellín; la segunda en Bucaramanga y la última en el certamen de la Fedebol que se disputó en Cúcuta, cuando se dotó de iluminación el estadio General Santander, donde se consiguió el cuarto lugar.  

Su carrera futbolística la inició en San Lorenzo de Sevilla y la terminó en Guaimaral, no sin antes pasar por el Sevilla y Sporting,

“Fue una época buena porque el futbolista se entregaba íntegro, porque no había lo de hoy, donde si no le dan cerveza o le dan dinero no juega. Si jugábamos a las 8:00 de la mañana, los equipos llegaban a las 7:00 y los árbitros empezaban los encuentros a las 7:30. Ahora hay que hacer fuerza por que lleguen para que no pierdan por no presentación”.


Árbitro y futbolista


Su trajinar como árbitro de fútbol empezó a los 25 años cuando un juez no llegó a pitar y él se ofreció a remplazarlo.

“El presidente de los árbitros Jorge Arango Orduz, tras observar mi trabajo, me citó a la Liga de Fútbol ubicada en la avenida séptima y me dijo que si quería él me daba algunas recomendaciones y podía iniciar mi carrera como árbitro, así fue como empezamos hace 47 años a pitar dirigiendo compromisos de niños” recordó.

Su nueva profesión no le impidió jugar fútbol.

Marciales confesó que nunca le pagaron para jugar fútbol aficionado y que en una oportunidad vistió la camiseta del Cúcuta Deportivo.

“Hohberg (Juan Eduardo) nos llevó para jugar con las reservas a Medellín. Perdimos (2-1) con Nacional, fue debut y despedida. Era muy difícil jugar con el Cúcuta porque no pagaban y había jugadores de mucha calidad”. 

No olvida que su debut como jugador con el San Lorenzo de Sevilla fue contra el equipo de San Rafael y perdió 3-1.

Atleta y boxeador       


Como árbitro de primera categoría fue en un compromiso entre Caribe y Carora.

“Fue clásico, terminó con empate a dos goles, me fue bien”, evocó.

Entre risas recordó que también le ha correspondido practicar atletismo para evitar ser golpeado, aunque en otras ocasiones se ha plantado para enfrentar a los que quieran practicar boxeo en la cancha de fútbol.

“Pelear contra uno o dos no es problema, pero contra 11 es muy difícil. La primera vez que me tocó correr fue por culpa de los Tigres de Sevilla. No pite mal, simplemente pensaron qué porque éramos vecinos iba a pitar a favor de ellos, pero no fue así y perdieron. Me corretearon a piedra hasta el estadio General Santander, esa fue mi primera maratón”.

“Como árbitro no ayudo a nadie, porque nadie me ayuda. Las agresiones son normales en los árbitros. Cuando uno es árbitro se olvida que tiene mamá y se pone bravo cuando le recuerdan al papá”, agrega en medio de una sonora carcajada.

Dirigió fútbol profesional en Reservas y fue línea del profesional.

“El primer encuentro que dirigí de Reservas fue Cúcuta-Unión Magdalena en el General Santander. Ganó (2-1) el Cúcuta con tantos de “Pollo” Díaz y un uruguayo de apellido Delatorre.

Considera que el mejor jugador que ha visto es Germán ‘El Burrito’ González y los mejores árbitros a nivel local Jorge Arango y Jorge Helí Gómez ‘Chupa’.

Señaló que el fútbol y el arbitraje le han dado muchas cosas, especialmente logros sentimentales.

“La mayor aspiración que uno puede tener como futbolista es representar al departamento y como árbitro es llegar a la Dimayor, pude cumplir con ambos anhelos” manifestó con los ojos empañados de lágrimas por la emoción.

Recordó que trabajó como línea en más de 20  ocasiones.

“Mi primera línea fue en un compromiso Cúcuta Deportivo-Independiente Santa Fe en el estadio General Santander. El encuentro lo ganó el Cúcuta y el árbitro fue el chileno Mario Canesa y la última en Santa Marta en un juego entre Unión y Quindío que dirigió Guillermo ‘El Chato’ Velásquez y el segundo línea el cucuteño Rafael ‘Si me toca me caigo’ Chaustre. El partido terminó con empate a un gol”.

El retiro


‘Kiko’ no ocultó que ya ha pensado en el retiro, pero que no lo ha hecho porque aún tiene ganas de seguir pitando.

“Los años pesan, pero hay una cosa que hay que tener presente y es que cuando uno tiene espíritu hay que seguir luchando hasta que el espíritu se le acabe”.

Afirmó que piensa que en el 2012 dejará de impartir justicia en el campo de juego.

“Ese día me voy a emborrachar”.

Contó que su hijo Juan Marciales intentó seguir sus pasos en el arbitraje, para lo que ponía cara de bravo, pero eso no fue suficiente.

“’Kiko’ solo hay uno en Cúcuta y Norte de Santander” sentenció

Precisó que dirigir partidos de periodistas deportivos es complicado porque cómo ellos viven metidos en el fútbol saben mucho de reglamento, pero quieren que se aplique siempre a favor de ellos.

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