Una revisión radical de las reglas del fútbol. El autor dice que el campo está ‘congestionado
Ricardo Guerra Nació: 22-11-1971, en Río de Janeiro, Brasil Profesión: Fisiólogo del Deporte Ricardo Guerra tiene maestría en Ciencias en Fisiología del Deporte (Universidad John Moores de Liverpool). Fue fisiologista/fisiólogo en ejercicio de la selección nacional de Egipto el 2002 y ese mismo cargo ocupó en la selección de Qatar el 2008. Actualmente radica en los Estados Unidos. Este artículo fue publicado en O’Globo y Placar, de Brasil, y varios medios de Europa. |
El árbitro japonés Yuichi Nishimura sancionó una falta en el partido que Uruguay jugó contra Francia el 2010, en la etapa de grupos.
El fútbol ha cambiado de manera significativa en las últimas décadas, como es evidenciado por una mayor capacidad fisiológica de los jugadores, que presentan la habilidad de cruzar el campo en menos tiempo. Las dimensiones de la cancha siguen siendo las mismas, pero no han acompañado el desarrollo de la capacidad fisiológica de los jugadores. En consecuencia, el campo se ha quedado congestionado. No se han creado nuevas reglas para abrir más espacio y así hacer el partido más ofensivo. Esto se puede ver cuando un jugador es expulsado, ya que el juego cambia completamente y, de repente, surge el espacio para el desarrollo del partido. Los jugadores pueden entonces usar su talento y habilidad, y realmente demostrar su capacidad.
Todo deporte evoluciona con el tiempo: técnica, táctica y fisiológicamente. Es imperdonable que la FIFA haya hecho tan poco por cambiar las reglas. El juego necesita una importante renovación en el área de las reglas para adaptarse a los problemas derivados de las nuevas características físicas de los jugadores, del arbitraje débil, del exceso de tiempos de interrupción, de las faltas excesivas, de los pocos objetivos y de la violencia. A continuación trato de dar una serie de sugerencias en varios aspectos del juego que podrían revitalizar el fútbol, de manera que a ese deporte de nuevo se le pueda llamar el juego bonito:
Reloj: el cronómetro del partido debe ser visible a todos y el tiempo se detendrá siempre que haya una interrupción por falta, córner o tiro libre. En lugar de dos tiempos de 45 minutos cada uno, el partido tendrá dos tiempos de 35 minutos sin ninguna extensión.
Árbitros: poner auxiliares en el campo, uno detrás de cada portería y un árbitro en cada mitad del campo, lo que evitaría muchos errores de arbitraje.
Faltas: los jugadores que se tiren teatralmente dentro del área grande, que traten de confundir al árbitro para que marque penalti, deberán ser castigados con tarjeta roja y suspendidos por dos partidos. El equipo infractor será sancionado también con un penalti. Los jugadores que se tiren fuera del área grande serán inmediatamente expulsados del partido.
En el nuevo sistema, todas las faltas e infracciones dentro del partido se acumularán a las faltas colectivas del equipo.
Cuando un equipo haya cometido cinco faltas será castigado con el retiro del campo de un jugador por 10 minutos y le será marcado un penalti en contra. Al forzar a un equipo a sacar a un jugador por 10 minutos cuando el equipo haya cometido cinco faltas colectivamente, estaríamos dando un gran paso para resolver los problemas de las excesivas suspensiones del juego debido a faltas y espacio reducido que caracteriza el fútbol moderno. Con la nueva regla, los equipos muchas veces jugarían partes del partido con menos un hombre, ya que el límite de cinco faltas colectivas sería siempre alcanzado. Esta propuesta abriría espacio en el campo con más frecuencia y el brillo de la jugada individual reinará de nuevo. Cometer faltas seguramente se convertirá en una gran desventaja si algunos cambios fuesen implementados.
Offside: la reforma de la regla de offside incluiría la creación de una nueva línea de demarcación en las zonas de ataque en ambos lados del campo. Tal línea sería trazada paralelamente entre la línea de medio campo y en el tope del área grande. La zona de offside sería el espacio entre la línea de meta y esa nueva línea.
Replay: es una cuestión filosófica. El uso del replay sería mortal para el fútbol al destruir la esencia filosófica del juego bonito. Los acontecimientos del día a día en nuestra vida, así como los episodios de un partido de fútbol, se caracterizan por una sucesión continua de eventos potencialmente decisivos, que no pueden ser cambiados ni eliminados, porque nosotros no tenemos control sobre la ocurrencia de tales eventos. Interrumpir esa dinámica filosófica, esencial para el partido, no es natural ni humano y desafía la idea de un destino previamente establecido. La imprevisibilidad del partido es lo que hace que el fútbol sea tan dramático y cautivador.
El uso del replay, como en otros deportes tales como el fútbol americano, interrumpiría la naturaleza fluida del juego y daría un carácter monótono que prevalece en todo deporte que abusa de tal recurso. El fútbol americano no se juega de una manera continua, pues se caracteriza por jugadas intercaladas con una serie de intervalos. El uso del replay es seguramente más compatible con las características del fútbol americano que con la forma continua del fútbol.
Es hora de que la FIFA examine con cuidado las reglas. El hecho de que ese organismo sea muy conservador y lento para promover cambios significativos es inaceptable y a veces llega a comprometer la integridad del juego fabuloso que tanto amamos. Las leyes arcaicas que rigen el fútbol actualmente no han evolucionado al mismo tiempo que los cambios en la capacidad fisiológica de los jugadores y por eso la belleza del deporte sufre y se queda comprometida. Alguien en las altas escalas de la estructura de poder del fútbol debería tomar valor y revisar con cuidado las leyes que rigen el juego y por consiguiente promover un rumbo digno que ese deporte tanto merece.
Ricardo Guerra es fisiólogo del deporte y ha trabajado con las selecciones nacionales de Egipto y Qatar.
Ricardo Guerra es fisiólogo del deporte y ha trabajado con las selecciones nacionales de Egipto y Qatar.
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