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jueves, 2 de junio de 2011
El espectro de la corrupción en el fútbol recorre de nuevo Italia
Desde el pasado miércoles, en Italia sólo se habla del 'Calcioscomesse', el caso de apuestas ('scommesse') en el fútbol ('calcio') que salpica a todo el deporte y que incluso ha hecho pasar a un segundo plano el partido Italia-Estonia del viernes en Módena para las clasificaciones de la Eurocopa.
"Fútbol infectado", titulaba este jueves la Gazzetta dello Sport, el principal periódico deportivo del país, que tuvo acceso a documentos judiciales.
El rotativo cita a tres grupos mafiosos que habrían manipulado partidos, los llamados "Grupo de Bolonia", un grupo de "gitanos" y otro de "albaneses".
Los primeros equipos en reaccionar fueron el Atalanta de Bérgamo y el Siena, dos clubes que la próxima temporada estarán en la primera división italiana, y que negaron su implicación.
"Tenemos la máxima confianza en la justicia civil y deportiva. El club está seguro de que la investigación demostrará que sus miembros no tienen nada que ver" con el escándalo de las apuestas, dijo un responsable del Atalanta.
Los responsables del Siena también negaron su implicación.
"Me parece que hay que preocuparse por otros equipos, no por el Siena. Ganamos 4-0 (contra el Sassuolo) porque el adversario era más débil. Si el Sassuolo hizo algo que no debía es su problema", afirmó Giorgio Perinetti, director deportivo del club, aludiendo a uno de los encuentros bajo sospecha.
El caso implica sobre todo a Giuseppe Signori, gran estrella del fútbol italiano de los 90, considerado por los documentos judiciales como "líder" del 'Grupo Bolonia'.
El escándalo estalló hace seis meses tras un partido sospechoso en la tercera división entre el Cremonese y el Paganese, investigado por el juez Guido Salvini, que aseguró que existía "un sistema organizado" de corrupción.
Según el fiscal de la ciudad, hay jugadores dispuestos a recibir dinero a cambio de amañar el resultado de un partido, con tarifas que serían de 400.000 por un partido de primera, 120.000 euros para uno de segunda y 60.000 para un encuentro de la Lega Pro (tercera).
Según la investigación, el portero del Cremonese, Marco Paoloni, habría drogado a cinco de sus compañeros de equipo para que se sintieran mal, en un partido que terminó con victoria 2-0 del Cremonese contra el Paganese.
Este caso trae a la memoria del fútbol italiano otros escándalos famosos, como el 'Calciopoli' de 2006, en el que los clubes escogían a árbitros que les fueran favorables, o el 'Totonero' ('lotería clandestina') que en 1980 costó tres años de suspensión a Paolo Rossi, que pudo jugar sin embargo en el Mundial-1982.
Desde la concentración de la selección absoluta, su DT, Cesare Prandelli, admitió que el nuevo escándalo "hace realmente daño" al fútbol del país. "Desgraciadamente, estamos acostumbrados estos últimos años a los escándalos", lamentó.
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